Un universo en evolución en una sola obra de arte en Calcedonia y vidrio
La obra de arte en vidrio de Murano es un universo particular y definido que nunca ha dejado de evolucionar, redefinirse, investigar y reinventarse, desde el 1291 con la emisión del Decreto ratificado por Serenissima para trasladar los hornos a la isla.
Los casos en los que, a lo largo de este camino de más de siete siglos, se olvidaron y redescubrieron compuestos particulares, no faltan en la crónica de esta fabulosa historia. En este largo período, efectivamente, hubo momentos en que la búsqueda de fórmulas antiguas fue realmente central en el horizonte de intereses de los Maestros de Murano.
La segunda mitad del siglo XIX es emblemática. Teniendo en cuenta que hasta aproximadamente 1850 el experimento estético todavía estuvo dominado por el gusto renacentista y barroco, en las décadas siguientes fue posible realizar un análisis en profundidad de los hallazgos arqueológicos recogidos en varios museos, entre los que se encuentran objetos etruscos, pompeyanos, romanos, fenicios y asirios. .
El redescubrimiento del vidrio de calcedonia
En este espíritu de alguna manera filológico de los estudios del vidrio también redescubrimiento del vidrio de calcedonia, cuya composición había sido codificada en la laguna hacia mediados del siglo XV, pero luego, después de un par de siglos, cayó en el olvido.
A mediados del siglo XVIII este recurso de la cristalería murana surgió de sus cenizas gracias a la Maestro Lorenzo Radi, un curioso y gran innovador en el campo de la producción artística. Esta verdadera reconquista de la creatividad permitió a la isla recuperar una de las gemas más preciadas de su propia colección.
Las 3 peculiaridades del vidrio de calcedonia
Su nombre. La referencia a las piedras preciosas o piedras de valor no se limita del todo a la metáfora, en este caso: de hecho, el vidrio de calcedonia toma su nombre de un variante de cuarzo, aquella en la que aparece como una masa compacta de sílice microcristalina, ya utilizada en la antigüedad como elemento decorativo para la creación de levas y tallas.
La variedad. Pero la gama cromática de calcedonia el vidrio no se detiene en un solo tipo de piedra. En las vastas e impredecibles variedades de colores que abarca esta tipología vítrea, es posible reconocer todos los matices de ágata, onice, malaquita, lapislázuli y jaspe.
La composición. Particularmente difícil de realizar, el vidrio de calcedonia tiene la peculiaridad de unir la esfera de vidrio canónica con sales de plata y otros óxidos colorantes: este extraordinario proceso químico, unido al talento del Maestros de Murano, permite la creación de maravillosas obras en las que un fondo opaco está surcado de encantadores tonos cálidos y oscuros, una verdadera turbina de luces y sombras capaz de deslumbrar hasta los ojos del observador más experimentado.
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